martes, 5 de mayo de 2009

Vida y realidad

Cuando nací creí que la vida era fácil de dominar, y que siempre iba a tener todo lo que quería pero fue ayer cuando me di cuenta que no era tan simple continuar.
Hace un par de meses, alrededor de principios de mayo salí a comprar al supermercado chino, e iba pensando en que tenía que llevarme de ahí, cuando me detengo en una disquería y veo un poster, no un poster cualquiera. ¿Saben quién era? Una de mis mejores amigas del primario la cual se lanzaba como solista. Ustedes dirán.. ¿Cómo la reconocí, si hacía años que no la veía? Pero ella era Aldana, la chica que apenas la veías con sus ojos azules bien grandes que te dejaba boquiabierto, y esos ojos eran imposibles de olvidar.
Entré sigilosamente a la disquería y le pregunté a la persona del mostrador cómo se llamaba, ya que se apodaba como ''Adda'' y me respondió muy sutilmente diciendome ''Aldana Gomez''. Sí, exactamente era ella, vi en el afiche que al otro día iba a dar una firma de autógrafos.
Volví a mi casa con ganas de que sea mañana para regresar allí y verla a ella. No pegué un ojo en toda la noche.
Llegué, eran las 9 de la mañana, todavía no había llegado, y estaba tercero en la fila. A las 11 abrieron las puertas para que vayamos entrando.
La vi, hermosa como siempre, su cuerpo tan esbelto y blanco. Llegó mi turno y yo no le dije absolutamente nada sobre mí. Cuando termina de firmarme, yo me voy retirando y me dice:
- ¡Espera! -
- ¿Qué sucede? - le contesté
- Me haces acordar a alguien, a una persona del pasado. -
- Mmm, puede ser.. - le digo haciendome el que no sabía nada.
- ¡Ya sé, sos Andrés! Andrés Fernandez. - me dijo gritando.
- Jaja, te acordaste de mí, yo te había reconocido pero no te iba a comentar nada. -
- No lo puedo creer. ¡Qué genial volverte a ver! -
- Bueno, un gusto verte. -
- Esta noche.. ¿Podés ir al bar de acá a la vuelta? - me propuso muy sutilmente.
- Sí claro, nos encontramas a las 9. -
- Dale, nos vemos entonces -
Sé que por lo que voy a decir voy a parecer una ''mujer'' pero en ese momento ya estaba pensando que ponerme por la noche.
Pasaban las horas y estaba muy ansioso, hasta que decidí ponerme un vaquero, una musculosa y una camisa.
Llegué al bar, y eran las 08:55 p.m, todavía no había llegado ella, entonces fui y me senté a esperar en una mesa.
A las nuevo en punto llega ella con un vestido rojo pasión que le llegaba hasta arriba de las rodillas. Me ve, me la saluda y le corró la silla hacia atrás para que se pueda sentar. Se negó a dar autógrafos para estar conmigo. Miramos la carta y nos pedimos la comida, terminamos de ingerir el alimento u comenzamos a hablar muchas más horas, y no dejamos de hacerlo hasta que cerró el restaurante.
La acompañe a su respectiva casa y luego regresé a la mía.
Cuando me iba a acostar para dormirme, me suena mi humilde celular, era un mensaje de ella y ¿Saben, qué decia? ''Jamás pase una noche tan genial, espero que nos veamos pronto''. Lo peor de todo que no tenía crédito para responderle.
Esperé hasta la mañana, la llamé y me atendió el contestador, llame a su celular y pude comunicarme pero me dijo que estaba apurada y que no podía hablar.
A los cinco minutos suena el timbre de mi departamento, voy corriendo hacia la puerta y era ella, la invité a pasar, hablamos tanto que no nos dimos cuenta y ya era de noche. Pedimos pizza y cuando nos sentamos para ver una película no me podía resistir para darle un beso. Se lo di, pensé que le había molestado pero no, me dijo que le había gustado y que con ese beso había recordado todos los buenos momentos que habíamos vivido en el pasado.
Salimos menos de medio mes y nos pusimos de novios.
El 29 de junio se entera que está padeciendo una enfermedad, todavía indefinida. A mediados de julio se entera que tenía cáncer de pulmón, ya que su único defecto era que fumaba muchísimo.
Tuvimos mala suerte y fue ayer cuando por la madrugada ella había fallecido y lo peor de todo que estaba embarazada y perdimos a nuestro hijo. Ella lo sabía, sabía que estaba embarazada y que iba a fallacer pero me dejo una carta en la cuál decía que me amaba profundamente y que donde quiera que este ella iba a estar pensando en mí siempre, y concluyó la carta con un perdón por haberme fallado.

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