domingo, 28 de junio de 2009

El misterioso Sr. Táñon

Ella era médica y su esposo había fallecido hacía un año. Durante todo aquel año ella no había estado con ningún otro hombre.
Lara, después de la tragedia, solamente trabajaba para poder despejarse de lo ocurrido, pero nunca pudo despegarse del recuerdo de su esposo.
Un día la llamaron de la clínica y le comunicaron que como la consideraban una gran médica, querían que fuera a cuidar a un hombre que estaba muy enfermo en su casa. Ella sorprendida le preguntó a su jefe por qué en la casa y no en la clínica, él le explicó que era un hombre muy particular y difícil de tratar.
Lara seguía sorprendida y asustada a la vez, porque no sabía realmente con lo que se iba a encontrar.
Llegó el día en el que tuvo que concurrir a la casa del Sr. Táñon. Él vivía en una mansión muy alejada de la ciudad, por fuera era una casa muy grande.
Lara bajó del auto y no sabía si dar un paso hacia adelante o hacia atrás. Insegura como se presentaba tocó el timbre de la gran casa, el mayodormo le abrió la puerta y le preguntó muy sutilmente si ella era médica, ella lo afirmó con la cabeza y el mayordomo la invitó a pasar y le dijo que pasara a esperar a la sala de estar.
Durante todo el tiempo que esperó al Sr. Táñon se imaginó cómo podía ser físicamente, pensó en una persona mayor, arrugada y fea, pero hasta que no lo viera no lo iba a saber. Después de dos horas el Sr. Táñon bajó las escaleras y le dijo a Lara: - Disculpe la espera, señorita.
Lara, sorprendida por el aspecto físico del hombre, ya que no era un hombre viejo, sino un hombre de cuarenta años aproximadamente, le contestó ''No hay problema''. El Sr. Táñon le comentó su enfermedad y le dijo que para que no desperdiciara mucho tiempo debía quedarse en la casa hasta que él se pudiera recuperar. Ella le dijo que lo iba a pensar, ya que en ese momento no sabía que hacer.
Él le pidió que lo pensara rápido, y le dijo que se quedara por lo menos esa noche porque había un mal pronóstico con respecto al tiempo.
Finalmente, Lara decidió quedarse por esa noche. Cenaron, pero durante la cena no emitieron sonido. Lara se sentía atraída por él.
A la mañana siguiente, ella bajó preparada para tratar al Sr. Táñon pero él no estaba, entonces acudió al mayordomo y le preguntó dónde estaba el señor y él le contestó que se había ido a hacer un trámite y que volvía a las seis. Sorprendida y enojada volvió a su cuarto pero como se aburría, decidió caminar por el parque de la mansión. Acercándose la hora, vio llegar al Sr. Táñon con una actitud extraña, tapándose el rostro con las solapas de su saco. Corrió hacia la puerta y lo saludó, él no le contestó y entró rápidamente a la casa.
Lara, muy preocupada por la actitud de su paciente, decidió esperarlo en la sala de estar. A las seis en punto el Sr. Táñon bajó la escaleras y le comentó que había tenido que realizar un trámite imprevisto.
Ella tomo la decisión de no preguntarle nada al respecto; mientras realizaban el difícil tratamiento, el Sr. Tañón le hizo unas preguntas a Lara, y ella le respondió muy tranquilamente y respetuosamente, sin tutearlo. En un momento dado, él le dijo ''Deja de tratarme de usted y decime mi nombre, Liam''.
Lara se sorprendió por el pedido, pero no se negó a hacerlo.
Llegó la hora de la cena, pero esta vez hablaron sin parar, ya que habían comenzado a tener confianza. Liam le dijo que por la hora que era parecía que ella había decidido quedarse nuevamente por la noche. Ella sonrió y le dijo que así era.
Al otro día nuevamente Liam brillaba por su ausencia, pero Lara esta vez no se quedó con los brazos cruzados y fue en busca de una respuesta de por qué siempre el Sr. Táñon regresaba a las seis. Buscó pistas por toda la casa pero no encontró nada, entonces acudió a la puerta de entrada y lo esperó allí. Cuando llegó, Liam tapándose la cara con la mano, le pidió que se por favor se corriera sino quería salir lastimada.
Lara fue corriendo a su habitación, recogió sus cosas para irse de la mansión, pero cuando bajaba las escaleras fue el propio Liam quien la detuvo y le dijo qué si ella quería una explicación se la iba a decir, y la invitó a pasar a su despacho.
Liam no sabía por donde empezar, pero finalmente le contó que poseía una especie de ''Otro yo'' es decir, que a las seis de la mañana su persona cambiaba por completo, que uno de los tantos cambios era que él empezaba a ser agresivo, a no hablar con nadie, y otro de los cambios muy importante era que se le hacía una especie de transformación en la cara pero a las seis de la tarde era la persona que ella estaba viendo. Lara se quedó boquiabierta; hubo una pausa muy prolongada, hasta que le dijo que ella se había enamorado del Liam que conocía, pero que al saber esto que le estaba diciendo quería conocer al otro Liam y poder ayudarlo.
Con el paso del tiempo, Lara pudo conocer a los dos Liam, terminándose enamorando de dos personas en un sólo cuerpo.
Finalmente, Lara y Liam comenzaron una relación y tuvieron un hijo llamado Ludovico.

1 comentario:

  1. Si no te jodo por el msn te jodo por aca ; muy buena la historia , es atrapante ; redacatas muy bien . El señor de los anillos se queda corto jaja ; es casualidad que el protagonista se llama igual que el cantante de oasis jajaja. Cuidate

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