y le di noches exóticas
a mis ideas neuróticas
para poder encontrarme.
No hay un consuelo para el duelo
más que la resignación,
es el dolor o el olvido
y este vacío soy yo.
Y en nuestros actos más secretos
nos detenemos a pensar,
yo anduve algún tiempo muerta,
me gusta resucitar.
Y se me fue y se me fue y se lo llevó
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